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El Instituto Tecnológico de Leandro N. Alem (ITEC) abrió sus puertas el pasado 12 de septiembre para una nueva edición del Modelo de Naciones Unidas (MUN).

Misiones junto con el Área de Juventud, reunió a estudiantes de 3° a 6° año de distintos colegios de la ciudad.

El Instituto Tecnológico de Leandro N. Alem (ITEC) abrió sus puertas el pasado 12 de septiembre para una nueva edición del Modelo de Naciones Unidas (MUN). Este evento, organizado por el Foro ODS Misiones junto con el Área de Juventud, reunió a estudiantes de 3° a 6° año de distintos colegios de la ciudad. En su quinta edición, y declarado de Interés Municipal por el Honorable Concejo Deliberante, el tema central fue la pedofilia y la trata infantil, lo que exigió a los participantes una preparación exhaustiva y un compromiso con problemáticas de fuerte impacto social.

Un debate con impacto social

La jornada contó con la presencia de autoridades locales y provinciales, quienes acompañaron a los jóvenes en esta experiencia formativa. Estuvieron presentes los coordinadores del Consejo de Juventud, Melanie Osores y Juan Pablo Ramírez, quienes resaltaron la importancia de brindar a los estudiantes estos espacios de participación. También asistieron los diputados electos Horacio Martínez y Aryrhante Bahr, el Coordinador de Planeamiento Educativo, Prof. Dante Genesini, y el presidente del HCD, Lic. Helard Felten, quien entregó en el acto la declaración de interés municipal que reconoce oficialmente la relevancia del MUN para la ciudad de Alem.

La inclusión de autoridades y representantes institucionales no solo dio respaldo al evento, sino que también envió un mensaje claro a los jóvenes: sus voces son escuchadas y valoradas en el ámbito público. El encuentro se convirtió en un ejemplo de cómo la educación, el compromiso social y la política pueden articularse para fomentar ciudadanía activa.

Aprendizaje y preparación

Uno de los testimonios que marcó la jornada fue el de Pía Barbosa, estudiante participante, quien compartió cómo vive esta experiencia desde adentro. Explicó que su principal objetivo en el modelo fue “mejorar la oratoria y las capacidades para dialogar y generar alianzas”.

El proceso de preparación no fue sencillo. “Nosotros nos venimos preparando hace un mes. Cada uno elabora su discurso e investiga la información propia del país que representa. También traemos preguntas para plantear a las otras delegaciones, lo que genera un ida y vuelta enriquecedor”, detalló.

Este año, a Pía le tocó representar a Brasil, lo que implicó un profundo análisis de las problemáticas vinculadas a la trata infantil, así como de los aspectos sociales y políticos de la nación. Según contó, el ejercicio no se limitó a leer manuales, sino que demandó estar atenta a la actualidad global: “Fue algo bastante complicado. Teníamos que ver las noticias mundiales todos los días, informarnos sobre la constitución, sus cambios, las políticas y los presidentes. Es empezar de cero con información propia de nuestro país y luego cruzarla con la de otros”.

La estudiante también subrayó la importancia de no quedarse únicamente con la mirada negativa: “Más allá de enfocarnos en lo malo, también tratamos de rescatar las cosas que se pueden mejorar. Eso es lo que me gustó de representar a Brasil: reconocer sus adversidades, pero también valorar lo positivo y su forma de gestionar cada tema”.

Formación ciudadana más allá del aula

El Modelo de Naciones Unidas trasciende la idea de un simple simulacro escolar. Se trata de un ejercicio integral de formación ciudadana, en el que los estudiantes ponen en práctica competencias clave: investigar, analizar fuentes, organizar datos, redactar discursos, hablar en público y negociar en un marco de respeto.

Desde la organización destacaron que “estos espacios fortalecen el pensamiento crítico de nuestros jóvenes, fomentan el debate y promueven una educación con valores”. El reconocimiento del Concejo Deliberante refuerza la idea de que la educación no se limita a las aulas, sino que se proyecta hacia la vida en comunidad.

La simulación de la ONU permitió a los jóvenes de Alem reflexionar sobre una de las problemáticas más graves que enfrenta la infancia en el mundo. Lo hicieron desde la perspectiva de países distintos al propio, lo que amplió su mirada y los conectó con realidades diversas. Al mismo tiempo, este proceso fortaleció los lazos de amistad y trabajo en equipo, generando una experiencia enriquecedora que va más allá del aprendizaje académico.

Un compromiso que crece

El hecho de que esta sea la quinta edición del Foro ODS Misiones en Alem demuestra que existe una continuidad en la apuesta por la educación como motor de transformación. Cada edición suma más estudiantes y docentes, consolidando un espacio que se integra a la agenda educativa de la ciudad.

El MUN no solo se convierte en un entrenamiento diplomático, sino en una plataforma para que los jóvenes se vean a sí mismos como protagonistas de la sociedad, capaces de opinar, de proponer y de actuar frente a los desafíos de su tiempo.

Con este tipo de iniciativas, Alem reafirma su compromiso con la formación integral de sus jóvenes, convencida de que la educación es el camino para construir ciudadanía activa, crítica y comprometida con los valores de justicia y equidad.

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