WASHINGTON.- A casi cuatro meses de haber dejado la Casa Blanca, el expresidente norteamericano Joe Biden fue diagnosticado con una “forma agresiva” de cáncer de próstata, que se ha extendido a sus huesos, informó este domingo su oficina mediante un comunicado.

El diagnóstico se produjo después de que Biden, de 82 años, informara de síntomas urinarios, lo que llevó a los médicos a una evaluación en la que encontraron un “pequeño nódulo” en su próstata. El viernes se confirmó que padece cáncer de próstata, “caracterizado por una puntuación de Gleason 9 (Grupo de Grado 5) y metástasis en los huesos”, según el comunicado oficial.

“Si bien esto representa una forma más agresiva de la enfermedad, el cáncer parece ser sensible a las hormonas, lo que permite una gestión eficaz“, explicó el comunicado de la oficina de Biden, que no fue firmado. ”El presidente y su familia están revisando las opciones de tratamiento con sus médicos", añadió.

Statement from the Personal Office of Former President Joe Biden: "On Friday, he was diagnosed with prostate cancer, characterized by a Gleason score of 9 (Grade Group 5) with metastasis to the bone." pic.twitter.com/U5DXjqBWtE

El cáncer de próstata es uno de los tipos de cáncer más comunes entre los hombres, especialmente entre los de mayor edad. Las puntuaciones 9 y 10 de Gleason, las más altas de la escala, se consideran de alto riesgo y suelen estar asociadas a estadios más avanzados del cáncer de próstata, según especialistas médicos citados en los medios norteamericanos. Las opciones de tratamiento para un cáncer de próstata con esas puntuaciones pueden incluir enfoques agresivos, como cirugía, radioterapia y terapia hormonal.

Biden dejó la Casa Blanca el 20 de enero pasado como el presidente de más edad de la historia de Estados Unidos, cuando hizo el traspaso con Donald Trump.

A lo largo de su presidencia (entre 2021 y 2025), Biden se enfrentó a recurrentes inquietudes sobre su edad y su salud, lo que finalmente le llevó a abandonar su campaña por la reelección y definir que Kamala Harris fuera la candidata demócrata para enfrentar a Trump en los comicios del 5 de noviembre pasado.

Desde que dejó el cargo, Biden ha mantenido un perfil bajo. Pasó la mayor parte del tiempo en el estado de Delaware, donde tiene su residencia, y ha viajado a Washington para reunirse con su personal y planificar su vida post presidencial, señaló el diario The New York Times.

Después de que Trump superara la marca de los primeros 100 días de gobierno, y antes de la publicación de un libro que reveló cómo fue el grave deterioro de Biden durante su presidencia y la estrategia por encubrirlo, Biden participó en una entrevista para rebatir las afirmaciones de que sufría deterioro mental.

“Están equivocados”, señaló Biden durante una entrevista en The View. “No hay nada que sostenga eso”, agregó el expresidente, quien también fue el vicepresidente de Barack Obama entre 2009 y 2017.

Sin embargo, las revelaciones del libro Original Sin (Pecado original) de los periodistas Jake Tapper y Alex Thompson, obligaron a muchos altos cargos demócratas a replantearse su firme apoyo a la campaña de reelección de Biden antes de un desastroso debate ante Trump, en junio pasado, en el que pareció desorientado y aumentó las dudas sobre su capacidad para ejercer el poder de la mayor potencia global.

“El pecado original de la elección 2024 fue la decisión de Biden de postularse a la reelección, seguida de agresivos esfuerzos por ocultar su disminución cognitiva”, escribieron Tapper, presentador estrella de la CNN, y Thompson, reportero de Axios.

El médico del expresidente demócrata había dicho en febrero de 2024 que Biden era “apto para el servicio” tras un examen físico realizado en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed.

Kevin O’Connor, médico de Biden, escribió en una carta en ese momento que una evaluación exhaustiva realizada por un equipo de médicos no había revelado “ninguna nueva preocupación”. Sí señaló que era tratado por apnea del sueño.

“Sigue siendo apto para el servicio y ejecuta plenamente todas sus responsabilidades sin exenciones ni adaptaciones”, había dicho O’Connor, que agregó que Bien padecía “neuropatía periférica” en ambos pies (una afección nerviosa), reflujo gastroesofágico, alergias y artritis espinal que se tratan con medicación.

Biden ha dedicado la última parte de su carrera política a fomentar la investigación sobre el cáncer, tras perder a su hijo Beau por un cáncer cerebral en 2015. La iniciativa Beau Biden Cancer Moonshot es una iniciativa de investigación para renovar el liderazgo en la lucha contra el cáncer, impulsada por el fallecimiento de Beau Biden.