Nuevas revelaciones sobre el incendio de Hong Kong: la malla en el andamio de las refacciones no era segura
HONG KONG.- Las autoridades de ...
HONG KONG.- Las autoridades de Hong Kong revelaron que parte de la malla protectora usada en los andamios del complejo residencial Wang Fuk Court —epicentro del devastador incendio de la semana pasada que dejó al menos 151 muertos— no cumplía con los estándares de seguridad contra incendios.
La confirmación oficial, difundida el lunes, profundizó el clima de indignación pública y abrió interrogantes sobre la responsabilidad de contratistas y funcionarios, mientras el gobierno desplegó medidas para contener las críticas y un operativo policial que ya suma 14 detenidos por homicidio involuntario y tres por sedición.
El fuego, el más letal registrado en un edificio residencial en la ciudad desde 1980, comenzó el miércoles pasado en la malla ubicada en la parte inferior de los andamios de bambú que rodeaban una de las torres en renovación del complejo, situado en el distrito suburbano de Tai Po.
Las llamas se propagaron rápidamente cuando los paneles de espuma instalados sobre las ventanas se incendiaron y rompieron los vidrios, permitiendo que el viento extendiera el incendio de un edificio a otro. Siete de las ocho torres terminaron envueltas en fuego, que no fue completamente extinguido hasta el viernes.
Aunque las pruebas iniciales indicaban que la malla utilizada era adecuada, nuevas muestras recolectadas en todos los niveles revelaron que siete de los veinte puntos analizados no cumplían con las normas, lo que para el secretario jefe de Hong Kong, Eric Chan, demuestra un intento de los contratistas por abaratar costos. “Sólo querían ganar dinero a expensas de las vidas de las personas”, denunció ante la prensa.
El Departamento de Trabajo confirmó que los residentes habían presentado quejas sobre la malla de los andamios durante casi un año. Entre julio de 2024 y la semana previa al incendio, inspectores oficiales realizaron 16 visitas al proyecto de renovación y emitieron varias advertencias escritas a los contratistas por incumplimientos de seguridad contra incendios.
El complejo Wang Fuk Court alojaba a unas 4600 personas, según cifras oficiales. Equipos de la Unidad de Identificación de Víctimas avanzaron en la inspección de cinco de los ocho edificios, pero dos siguen siendo inaccesibles y el más afectado continúa en evaluación estructural. Ocho nuevos cuerpos fueron recuperados este lunes, incluidos tres que los bomberos no habían podido retirar antes. Además de los desaparecidos, quedan 39 cuerpos sin identificar, según la policía.
DetenidosEl secretario de Seguridad, Chris Tang, informó que 14 personas vinculadas a la empresa de construcción —incluidos directores y un consultor de ingeniería— fueron arrestadas en el marco de la investigación. De manera paralela, crecían las voces que pedían responsabilidades políticas. “La gente está enojada y piensa que el gobierno de Hong Kong debería rendir cuentas”, indicó el politólogo Jean-Pierre Cabestan, investigador del Asia Centre de París. Pero recordó que el margen para la disidencia es hoy muy limitado en la excolonia británica, bajo control chino desde 1997.
En ese contexto, la policía detuvo también a personas acusadas de difundir “rumores” o de intentar “aprovechar el desastre para incitar al odio contra el gobierno”. Entre ellas, el estudiante Miles Kwan, de 24 años, que había distribuido folletos pidiendo investigar la responsabilidad oficial. Otros dos activistas fueron arrestados el domingo, según los medios locales HK01 y Sing Tao Daily.
La Oficina para la Salvaguardia de la Seguridad Nacional emitió un comunicado denunciando “planes malvados” destinados a “crear problemas y perturbar Hong Kong”, sin ofrecer detalles. Tang advirtió que perseguirán penalmente a quienes consideren que ponen en riesgo la seguridad nacional: “Debemos tomar medidas. No podemos divulgar los detalles porque afectan a la seguridad nacional”.
Para asistir a los damnificados, el gobierno destinó 300 millones de dólares hongkoneses en capital inicial y otorgó subsidios en efectivo para cubrir gastos inmediatos, incluidos los funerales. Hasta el lunes, 683 residentes habían sido reubicados en hoteles y hostales, y otros 1144, en alojamientos temporales. Dos refugios de emergencia permanecen abiertos.
La magnitud del desastre generó una ola de solidaridad: hasta el lunes las donaciones superaban los 900 millones de dólares hongkoneses (unos 115 millones de dólares estadounidenses). Decenas de personas acudían diariamente a un altar improvisado cerca de las torres calcinadas para dejar flores y mensajes. “Cuando algo sucede, salimos a ayudarnos mutuamente”, expresó Loretta Loh, una vecina que se acercó al lugar. “Me duele el corazón”, agregó.
La represión de la disidencia se ha profundizado desde las masivas protestas prodemocracia de 2019, y hoy las movilizaciones públicas están prácticamente prohibidas, mientras que numerosos opositores han sido excluidos de las elecciones legislativas.
A pesar del clima restrictivo, miles de personas se congregaron para rendir homenaje a las víctimas en los últimos días, durante un período de luto que incluyó vigilias y cartas que pedían justicia.
Agencias AP y AFP